Antecedentes de la evaluación
Tradicionalmente, la evaluación respondía a la
educación basándose en contenidos donde se medía la reproducción de los mismos
de manera unidireccional, es decir, del maestro hacia el alumno para acreditar
un periodo escolar y cursar hacia el siguiente grado; sin embargo, esta no es
su función. Según Sanmartí, (2010) citado en la SEP, (2012 [b]) entre
otras de las funciones principales de la evaluación, está “recopilar
información para establecer balances fiables de los logros de aprendizaje
obtenidos por los alumnos cuando concluyen los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, y brindar retroalimentación para mejorar este último”. (p. 28)
Ahora bien, el concepto de evaluación dentro
del ámbito educativo, ha evolucionado a lo largo de la historia. Ralph
Tyler es considerado como el padre de la evaluación educativa, pues estableció
las bases de un modelo evaluador en 1942 y define el concepto de evaluación
como: “El
proceso que permite determinar en qué grado han sido alcanzados los objetivos
educativos propuestos” citado en
Casanova, (1997, p. 20).
Posteriormente Cronbach, (1963, pp. 672-683)
agrega un elemento importante a este concepto como: “la recogida y uso de la
información para tomar decisiones sobre un programa educativo”. (Casanova,
1997, p. 21).
Más adelante, Scriven (1967) lo define como
“necesidad de valorar el objeto evaluado. Integra la validez y el mérito de lo
que se realiza o de lo que se ha conseguido, para decidir si conviene o no
continuar con el programa emprendido” (Pimienta, 2007, p. 3).
Pérez (1985) citado en Pimienta, (2007) define
a la evaluación como: “proceso de recopilación y provisión de evidencias sobre
el funcionamiento y evolución de la vida en el aula, y con base en ellas se
toman decisiones sobre la posibilidad, la efectividad, y el valor educativo del
currículum. Más que medir, la evaluación implica entender y valorar”.
Actualmente, Pimienta, (2007) recopila varias
definiciones del concepto “evaluación” a fin de comprender los cambios que se
han generado en dicha concepción.
Medición de los aprendizajes. Nos
permite conocer los errores y los aciertos de la enseñanza y, consecuentemente,
mejorarla (Soler, 1988).
Una función característica del profesor,
que consiste básicamente en una actividad de reflexión sobre la enseñanza
(Rosales, 1990). […]
Consiste en un proceso sistemático y
riguroso de recopilación de datos, incorporado al proceso educativo desde su
comienzo, de manera que sea posible disponer de información continua y
significativa para conocer la situación, formar juicios de valor respecto a
ella, y tomar las decisiones adecuadas para proseguir la actividad educativa,
mejorándola progresivamente (Casanova, 1991).
Recopilación sistemática de información
y articulación de un modelo de funcionamiento personal teórico, en función de
los datos recabados. Incluye tanto procedimientos experimentales como no
experimentales, así como procedimientos cuantitativos y no cuantitativos
(Verdugo, 1994). […]
Proceso caracterizado por los principios
de continuidad, sistematicidad, flexibilidad y participación de todos los
sectores implicados en él. Se orienta a valorar la evolución de los procesos de
desarrollo de los alumnos y a tomar, en consecuencia, las decisiones necesarias
para perfeccionar el diseño y el desarrollo de la programación, con el
propósito de mejorar la calidad educativa (Escamilla y Llanos, 1995). (p. 3)
Como se muestra anteriormente, la concepción de
“evaluación” ha cambiado de forma más
significativa; hoy en día este término es entendido como:
La
elaboración de juicios
por parte del docente acerca de los logros de aprendizaje de sus alumnos.
Desde el enfoque formativo, la información que se obtiene durante el proceso de
evaluación debe analizarse para detectar lo que el alumno no ha logrado
aprender, identificar lo que puede obstaculizarle aprendizajes posteriores y
determinar los aspectos de la secuencia didáctica que debe modificar. (SEP, 2012 [b], p.28)
Con base a lo anterior, considero necesario
elaborar mi propio concepto de evaluación, y lo defino como: una estrategia con mira en el mejoramiento
de la acción educativa; a partir del análisis de resultados obtenidos al
implementar técnicas o instrumentos de evaluación, que dan muestra de los logros obtenidos y
dificultades que tiene el alumno, para elaborar juicios respecto a su
situación, y posteriormente tomar decisiones y comunicar los resultados.
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